Holaaa, hoy os traigo a un artista que ya tiene un millón de seguidores en Instagram, lo que se dice no poco. Sin embargo, creo que merece la pena que le echéis un vistazo a su página web.
Él se define como un explorador además de fotógrafo, y su nombre es Dylan Fusrt. Su obra se centra en escenarios montañosos y de clima frío, algunos de ellos del noroeste del pacífico, otros de Groenlandia...ect. Sus fotos suelen ensalzar la belleza natural que aún conservan estos parajes, y suelen ser muy impresionantes y salvajes, teñidas de azules, verdes, rojos y blancos.
Hola, aquí KitayuD! ^^/
Esta es una reseña que igual a muchos les da igual. Para que os hagáis una idea, en Madrid tuve que verla subtitulada en un cine independiente porque no estaba en ningún sitio más, y lo que es más, tampoco la van a sacar.
Género: Comedia, aventura, fantasía.
País: Estados Unidos.
Director: Dan Kwan, Daniel Scheinert.
Guionista: Dan Kwan, Daniel Scheinert.
Reparto: Paul Dano, Daniel Radcliffe.
Música: Andy Hull, Robert McDowell.
Argumento: Tras una larga temporada aislado en una isla desierta, Hank encuentra compañía en el flatulento cadáver de un joven que el agua ha traído hasta la orilla. Poco a poco, el náufrago y el cadáver desarrollan una hermosa amistad. (FILMAFFINITY).
Mi opinión:
"¿If my best friend hides his farts from me then what else is he hiding from me, and why does that make me feel so alone?"
Swiss Army Man es una película digamos... peculiar. Y esta afirmación es secundada por el hecho de que en el festival de Sundance, donde se estrenó, la mitad de los críticos se salieron de la sala a los 10 minutos. Lo gracioso es que a los que se quedaron, les encantó. ¿Porqué? Pues porque es muy rara, pero funciona, y muy bien.
Tampoco podemos culpar a esos críticos que son señores tan serios, pues la película comienza con un cadáver que se impulsa por pedos por el mar como si fuese una lancha. En cualquier caso, la película, ganadora de los premios de mejor película y mejor actor (Radcliffe) en el festival de Sitges es algo que merece la pena ver, porque levanta pasiones.
Holaa, aquí KitayuD! ^.^/
Como veis el diseño del blog ha cambiado jojojo. ¿Qué os parece, os gusta? ¡Dejádmelo en los comentarios!
Después de verme un auténtico maratón de toda la serie, especiales incluidos, y de mucho tiempo teniendo a esta joya en pendientes, os traigo la reseña de este increíble anime.
Género: Sobrenatural, aventura, fantasía, Slice of life.
Estudio: Artland.
Director: Hiroshi Nagahama.
Guión: Yuki Urushibara.
Música: Toshio Masuda.
Creador: Yuki Urushibara, (viene de manga)
Argumento: Ginko (ギンコ), el personaje principal, es un experto en Mushi. Él es un maestro de Mushi (蟲師 mushi-shi), que viaja para investigar y conocer más a estos seres. En el camino, ayudará a gente que tiene problemas con ciertos sucesos paranormales relacionados con los Mushi. Ginko toma generalmente, a modo de pago, objetos relacionados con los casos de Mushi que ha resuelto. Estos objetos son luego vendidos a coleccionistas. La historia se desenvuelve entre la era Edo, la era del aislamiento y del Japón feudal.
Primera temporada: Mushi-Shi.
Episodios: 26 + 1 especial.
Duración: 22 min.
Año: 2005.
Segunda temporada: Mushishi, Zoku-Sho.
Episodios: 20 + 2 especiales.
Duración: 22 min.
Año: 2014.
Mi opinión:
Mushishi no es una serie para todo el mundo, tenedlo claro. A aquellos a los que les gusten las peleas y la acción no encontrarán eso en esta serie, que les aburrirá soberanamente. A otros, aquellos a los que les guste respirar paz y dejarse envolver por esa riqueza natural, les encantará. A mí, desde luego, me ha conquistado.
Fácilmente podríamos decir que Mushishi es más una apuesta artística que una obra de ocio. Os lo voy a revelar desde cero, para que luego la gente no se lleve falsas impresiones y luego se decepcione. En Mushishi no ocurre nada, absolutamente nada, son capítulos autoconclusivos con escasa o nula relación, y aunque se le categorice de sobrenatural o fantasía yo insisto: es un Slice of life. Eso sí, uno mágico, en el que realidad y ficción se confunden, separados por un finísimo hilo.