Como veis el diseño del blog ha cambiado jojojo. ¿Qué os parece, os gusta? ¡Dejádmelo en los comentarios!
Después de verme un auténtico maratón de toda la serie, especiales incluidos, y de mucho tiempo teniendo a esta joya en pendientes, os traigo la reseña de este increíble anime.
Género: Sobrenatural, aventura, fantasía, Slice of life.
Estudio: Artland.
Director: Hiroshi Nagahama.
Guión: Yuki Urushibara.
Música: Toshio Masuda.
Creador: Yuki Urushibara, (viene de manga)
Argumento: Ginko (ギンコ), el personaje principal, es un experto en Mushi. Él es un maestro de Mushi (蟲師 mushi-shi), que viaja para investigar y conocer más a estos seres. En el camino, ayudará a gente que tiene problemas con ciertos sucesos paranormales relacionados con los Mushi. Ginko toma generalmente, a modo de pago, objetos relacionados con los casos de Mushi que ha resuelto. Estos objetos son luego vendidos a coleccionistas. La historia se desenvuelve entre la era Edo, la era del aislamiento y del Japón feudal.
Primera temporada: Mushi-Shi.
Episodios: 26 + 1 especial.
Duración: 22 min.
Año: 2005.
Segunda temporada: Mushishi, Zoku-Sho.
Episodios: 20 + 2 especiales.
Duración: 22 min.
Año: 2014.
Mi opinión:
Mushishi no es una serie para todo el mundo, tenedlo claro. A aquellos a los que les gusten las peleas y la acción no encontrarán eso en esta serie, que les aburrirá soberanamente. A otros, aquellos a los que les guste respirar paz y dejarse envolver por esa riqueza natural, les encantará. A mí, desde luego, me ha conquistado.
Fácilmente podríamos decir que Mushishi es más una apuesta artística que una obra de ocio. Os lo voy a revelar desde cero, para que luego la gente no se lleve falsas impresiones y luego se decepcione. En Mushishi no ocurre nada, absolutamente nada, son capítulos autoconclusivos con escasa o nula relación, y aunque se le categorice de sobrenatural o fantasía yo insisto: es un Slice of life. Eso sí, uno mágico, en el que realidad y ficción se confunden, separados por un finísimo hilo.
Una vez dicho esto, bien, ¿Porqué ver Mushishi? la respuesta es que es una obra que se come por los ojos, llena de color, llena de sentimiento. Es como si la filosofía asiática, que tan poética, bivalente y abstracta nos parece, se hubiese hecho serie. Como si de un río se tratase, Mushishi nos envuelve con sus aguas, aveces turbulentas, aveces tranquilas, pero en cualquier caso, naturales. Eres consciente en todo momento de que es un río, de que es agua, no es más que eso, pero te sientes empequeñecido e insignificante a su lado, ante su exuberancia, ante su belleza. Y a la vez te sientes en paz, y sabes que no necesitas más.
La serie es una clara oda a la naturaleza y al orden que la rige. Y como en la naturaleza, la variedad de Mushis, las criaturas que nuestro protagonista persigue, es enorme, así como sus paisajes, sus historias y sus personajes. La única constante en todos estos capítulos autoconclusivos es Ginko, un personaje tranquilo y misterioso, que armoniza con todo el estilo de la serie. Por lo que es difícil aburrirse si pasáis la criba inicial de la serie.
Una cosa que me sorprendió mucho de Muhishi fue lo bien desarrollados y montados que están todos los capítulos en tan corto periodo de tiempo. Cada capítulo es capaz de presentarte un personaje bastante complejo, su desarrollo, el caso, el progreso de la acción y su final en escasos 20 minutos, y todo ello con una narrativa excelente. Y si bien es cierto que la calidad de los capítulos oscila, se suele mantener un nivel en absoluto mediocre en todos los episodios, razón por la cual he decidido meter todas las temporadas en la misma reseña. Por cierto, el anime es muy fiel al manga, y de hecho está enteramente adaptado sumando todos las temporadas.
El diseño es espectacular, la variedad de paisajes y su paleta de colores, todos ellos muy realistas, junto con el conjunto de los mushis hacen de la serie algo hipnótico. Sin embargo, a la hora de hacer seres humanos la variedad deja mucho que desear, porque literalmente todos los personajes parecen legos a los que les cambias el pelo. Además el dibujo es muy minimalista, carece detalles y es muy simple, lo que a algunos no les puede gustar.
La música es, junto con el diseño, el punto más fuerte de la serie. Una banda sonora muy amplia, con música tradicional, sencilla, y capaz de transmitir la emoción que sea con apenas unos acordes. El conjunto de temas suman 4 horas, para que os hagáis una idea de lo amplia que es (aunque eso sí, muy similar). Los dos singles que tiene la serie son preciosos y creo que se ajusta totalmente con el resto de la serie, son tranquilos y extraordinariamente sencillos.
Os los dejo aquí.
El punto fuerte de Mushishi es su dualidad. Es sencilla, pero ahí radica su complejidad. Es infantil y madura a la vez, es melancólica, es esperanzadora, es realista, es mágica. Dice poco, pero transmite mucho. Y precisamente por esto recomiendo que quien se decida a verla vaya como un lienzo en blanco, que no busque información, que simplemente se la ponga y se relaje, que disfrute.
En conclusión, Mushishi es una serie con un apartado técnico muy bueno que puede no gustar a todo el mundo, con una increíble banda sonora, unos diseños preciosos que muestran la naturaleza en todo su esplendor, historias muy bien contadas y un personaje principal carismático. Si lo que buscáis sin embargo es una animación increíble, con un dibujo detallado, diseño de personajes muy trabajado y acción, esta no es tu serie.
¡Un saludo! KitayuD.
Me encanta el nuevo diseño del blog, sobre el anime pues no me llama mucho por que los slice of life no me suelen gustar :S pero por las imágenes tiene pinta de ser preciosa ^^
ResponderEliminarHooolaaa, me alegra que te guste :3
EliminarBueeno, a cada uno lo que le guste, por ejemplo a mí los mechas como que no me llaman mucho jajajja