Aunque esté de exámenes finales, he sacado un poco de tiempo para escribir. Puede que el estilo de la entrada os sea extraño, pero es que inicialmente la reseña no estaba escrita para el blog peor bueno, ¿por qué no traérosla aquí?
"Lo único que podíamos hacer nosotros era contener la respiración y bajar la cabeza para seguir viviendo de modo que no acabáramos convertidos en la siguiente víctima de ese monstruo".
El manga "Mi amigo capricornio", de Otsuichi y Masaru Miyokawa, expone así uno de los problemas del bullying, que en estos tiempos tanto da de que hablar. Aunque dicha frase pueda parecernos desalentadora e incorrecta como mensaje a dar, tranquilizo a mis lectores, pues no es la conclusión final a la que se llega en esta historia.
La sinopsis que encontramos tiene un planteamiento singular que pocas veces, si alguna, se ha dado en una historia de estas características. Matsuda, estudiante de instituto, se topa de noche con su compañero de clase Wakatsuki, víctima de acoso escolar, que le confiesa haber asesinado a su maltratador. La culpa invade de tal manera a Matsuda por haber sido un simple observador que decide ayudar a Wakatsuki. De esta forma, el manga no cuenta, como suele hacerse, la historia de maltratado y maltratador, sino de la responsabilidad del que ha mirado y no ha hecho nada.